Diarios
Me hubiera gustado ser su amigo. Cuando regresé y establecí contacto con compañeras y compañeros nuevos, estudiantes de la universidad en la que me gradué, pensé que podía acercarme y saludar, pero no pude, la sombra del pasado se interponía. No éramos los mismos. Aunque creí haber superado obstáculos de mi personalidad, comprobé que me tensaba si veía a ciertas personas que en el pasado me hicieron sentir tan mal. Era como un puñetazo en toda la cara, por eso, cuando empezamos a estudiar juntos, Noa y yo, evité ir más allá. No diré que no me atraía. Mentiría. Sólo que Noa llevaba consigo relaciones de amistad que me llevaban a un terreno que quería evitar. Era guapa, comunicativa e inteligente. Ir con ella hacía que sintiera la mirada de otras. Era descubrir un nuevo lugar en el mundo. Yo que siempre había sido invisible, de pronto tenía a gente a mi alrededor. Empezaba a ser popular. ¡Qué extraño! Mi hermana siempre había sido el centro de atención. Ahora lo era yo. Sin embargo, no